10 errores al vender por Internet que te están perjudicando
Vender. Una palabra preciosa y temida a la vez.
Tiene ese encanto porque es lo que necesitas para vivir de tu negocio, dejar de lado aquello que ahora no te hace feliz y centrarte en algo que sí disfrutas.
Pero también tiene ese aura de terror porque no te gusta vender, no te sientes bien haciéndolo y tienes miedo de equivocarte y tirarlo todo por la borda.
El miedo a cometer errores es muy superior al pensar que es mejor equivocarse y aprender. Te hace pensar que no hacer nada es mejor que arriesgarse.
Por eso hoy te voy a contar los 10 peores errores que he cometido vendiendo online. Parto de mi experiencia con mis negocios online y de las de los cientos de personas que he mentorizado en sus procesos.
Quiero que tu contador del miedo baje unos cuantos puntos y que ese procrastinador que llevas dentro vaya muriendo poco a poco.
Acompáñame en este viaje de 10 capítulos por la venta online y te prometo que saldrás victorioso en esa lucha entre el miedo y el hacer.
1. No tener un plan y dejarte llevar
Este es un error muy común y que tiene su origen en la falta de estrategia y planificación.
Sucede cuando nos distraemos con ideas, nuevos proyectos que se nos ocurren, tendencias u objetivos, que se nos presenta y nos parece la bomba, sin evaluar sus beneficios y otras cuestiones imprescindibles para un negocio.
Este mal hábito hace que se persigan nuevas cosas, sin terminar las ya iniciadas.
Como consecuencia, se pierde tiempo, energía y foco. ¿Y qué sucede entonces? Que ni se terminan los proyectos iniciados de antemano, ni se abarcan como es debido las nuevas ideas. El resultado, la frustración.
El remedio para no caer en la tentación del síndrome del objeto brillante es analizar esas ideas que surgen en base a ciertos parámetros:
- ¿Cuál es el propósito de esa nueva idea?
- ¿Qué beneficios va a generarte?
- ¿Está alineado a tus objetivos?
- ¿Merece la pena el esfuerzo?
- ¿Qué inversión en tiempo, presupuesto y medios supone?
Como ves, la clave está en el análisis, el desarrollo de un plan estratégico y poner el foco en tus objetivos.
2. Escribir durante años y no vender nunca
Cuando alguien abre un blog, normalmente lo hace de esta forma:
- Tiene una idea: se le ocurre una idea sobre la que escribir y se pone a escribir. En los casos más optimistas, a lo mejor hasta ha pensado que este mercado se puede monetizar (pero no es lo común).
- Pasa meses o años escribiendo sin vender: esta persona se pasa largas temporadas sin vender nada. O quizás, como mucho, vende un servicio que ni promociona. Tiene cientos de artículos sin estrategia, visión u objetivo claro.
- Intenta vender algo inconexo con su línea de contenidos: de pronto, se le ocurre una buena idea para vender un infoproducto o servicio… Pero tiene poco o nada que ver con lo que ha publicado hasta ese momento.
Si tú lo has hecho así, siento decirte que te has equivocado: has empezado la casa por el tejado. Démosle la vuelta.
El sistema, realmente, es todo lo contrario:
- Piensa QUÉ quieres vender: antes de escribir una sola palabra, instalar WordPress, contratar un hosting o de simplemente contratar un dominio… piensa qué quieres vender.
- Crea contenido relacionado con lo que quieres vender: crea un lead magnet o posts que tengan que ver con tus servicios o productos. O, simplemente, «pasa» por ahora del blog y valida que hay demanda con el sistema Extreme Blogging.
- Alinea toda tu línea de contenidos con tu calendario comercial: crea un calendario de lo que quieres vender (tanto propio como de afiliado) y construye una línea editorial alrededor de él.
Escribir sin pensar, sin estrategia y sin objetivo… No sirve de nada.
Para eso es mejor que escribas un diario o te des cuenta, de una vez por todas, de que tu blog es más un hobby que un negocio online.
Escribir sin pensar, sin estrategia y sin objetivo… no sirve de nada
3. Entregar kilos de contenidos a diestro y siniestro
Por fin te has decidido a lanzar tu infoproducto.
Magnífico.
El problema es que ahora vas a estar meses, o incluso años, creando un curso gigantesco e indigesto porque siempre crees que “hace falta más contenido”.
Cuando te des cuenta tendrás 30 horas de vídeo, 40 hojas de trabajo y no sé cuántos materiales en texto y mil cosas más.
¿Son realmente necesarios?
¿Crees que engordar a tus clientes de contenido es lo que necesitan?
Tus clientes necesitan pasar de A (situación mala) a B (situación buena) lo más rápido posible.
Y si la forma más rápida es escribir un ebook de 50 palabras… ¡Hazlo!
No hace falta crear un curso gigantesco de 3 meses, NUNCA empieces por ahí. Es demasiado trabajo y no estás preparado para ello.
Además, lo más posible es que no tengas claro qué quieres poner en el curso, por lo que acabarás llenando muchas partes con contenido inservible. Es como si fueras a un restaurante malo, te pusieran mucha comida mala y dijeras “ok, me han puesto mucha… merece la pena”.
No merece la pena.
Yo prefiero comer algo MUY bueno, aunque no sea en gran cantidad, y pagar por ello; que pagar poco y llenar mi estómago de basura.
Y lo mismo aplico a todo lo que compro para formarme en el mundo online.
Tus clientes necesitan pasar de A (situación mala) a B (situación buena) lo más rápido posible.
4. Masajearte el ego con visitas y seguidores
Analizar los datos que consigues con tus contenidos en base a número de visitas, seguidores, interacción, etc., está bien. Y es necesario hacerlo para conocer en qué medida cumples los objetivos marcados.
Pero tiene trampa: la de caer en la vanidad y el egocentrismo. La línea que separa lo real de las apariencias es muy delgada y las redes sociales se han convertido en el escaparate ideal para caer en esa tentación.
No nubles tu vista teniendo en cuenta solamente likes y seguidores. Y sobre todo, que no te ciegue el objetivo de convertirte en alguien famoso, mostrándote de una forma irreal y cayendo en el postureo continuo.
Hacerlo te alejará de la realidad y perderás el foco. Y caerás en el autoengaño.
Muéstrate tal y como eres y no dediques tu tiempo y esfuerzo en mostrar la vida que desearías tener, sino en construirla.
El ego es el principal enemigo de ganar dinero en Internet.
5. Tirar los precios porque no crees en ti mismo/a
De nuevo, estás a las puertas de lanzar tu infoproducto.
Y por miedo, coges y pones un precio ridículo a lo que vendes.
Por ejemplo, algo que podrías vender por 497€… lo vendes por 147€.
Amigo mío, estás perdiendo un 70% de beneficios por tu propio bloqueo mental de no querer vender al precio que te mereces.
Además, cuanto más barato vendes, más clientes tóxicos atraes. Esa regla siempre se cumple, no importa el sector ni la oferta.
Y sino prueba a ir a un Primark y después a una tienda de Louis Vuitton. No tengo nada en contra de ninguna de las 2 marcas, pero el trato al cliente y el del cliente a la empresa cambia mucho, ¿no crees?
Cree en ti mismo.
Si creas algo que transforma la vida de tu cliente, le aporta valor y le ayuda a ser más feliz, generar ingresos o ahorrar tiempo… ¡ponle el precio que se merece!
De hecho, hay muchos clientes que huirán de ti si pones un precio ridículo como 4,99€ a una «super guía» o 99€ a un curso completo con vídeos.
Cada producto tiene su precio y tú debes ponerle el que crees que es correcto. Y normalmente, ese precio siempre es superior al que tu mente te está diciendo con un intento de saboteo.
Además, lo peor es que si pones los precios baratos, después tardas siglos en subirlos y posicionarte en otro lugar del mercado.
No te sabotees, por favor.
Si creas algo que transforma la vida de tu cliente… ¡ponle el precio que se merece!
Transformar vidas es la mejor forma de crear negocios rentables desde casa con poca inversión.
6. Procrastinar el lanzamiento de tu producto por el síndrome del impostor
Tienes un blog, tienes lectores y tienes suscriptores, pero te da miedo vender.
- “No soy suficientemente experto”.
- “Todavía no sé suficiente”.
- “Si vendo, seguro que dejan de seguirme y me llaman vendehúmos”.
Te diré qué es lo que pienso yo: no necesitas aprender más cosas sobre tu temática, ya eres experto suficiente hoy.
Deja que te lo explique gráficamente:
Deja de fijarte en los cracks en español y mucho menos en los cracks de EEUU, que directamente inventan el mercado que ocupamos nosotros ahora mismo.
Mira hacia atrás y fíjate en los novatos, en ese 98% del mercado que no ha leído un libro acerca de tu temática. Ese 98% que está dispuesto a comprarte porque, directamente, los que están más arriba no quieren ni trabajar con ellos.
Esto es como una carrera popular.
Si vas el 99, puedes pensar que hay 99 personas que están por delante de ti y que tu puesto es realmente malo. De hecho, puedes empezar a sabotearte a ti mismo diciéndote cosas como «no soy bueno», «no sé para qué me he apuntado para quedar el 100», etc.
Pero… ¡si en la carrera hay 3.000 personas!
Mira hacia atrás, observa a esos 2.901 corredores que están persiguiéndote y verás que estás en el Top de la carrera.
¿No eres el mejor de tu sector? No pasa nada.
Seguro que hay cientos o miles de personas que saben menos que tú y que están deseando trabajar contigo.
Ya llegarás a la cima.
Hay cientos o miles de personas que saben menos que tú y que están deseando trabajar contigo.
7. Hablar de tu lanzamiento solo el día D
Bien, ¡has lanzado tu infoproducto o servicio!
Por fin, el día D ha llegado.
Pero, sabes que el día D solo es el principio, ¿verdad?
Cuando vendes, el primer día siempre hay un pico de ventas. Pero si no quieres que esas sean tus únicas ventas, necesitas seguir trabajando.
Necesitas un sistema de venta, un lanzamiento organizado o hasta un embudo en vídeo si quieres.
Si yo en mis lanzamientos solo mandara un email o un vídeo y esperara a ver llegar los avisos de venta… Creo que hace tiempo que habría cerrado el negocio.
- Vídeos.
- Emails a través de un autoresponder.
- Preguntas frecuentes.
- Tour por los cursos.
- Trainings.
- Grupos de Facebook.
- Etc.
Muchas acciones, muchas ventas.
Cuando abras el carrito de venta, hazlo con fuerza. Y mantén esa fuerza durante, al menos, una o dos semanas.
Y después, salvo que sea un lanzamiento puntual, ¡crea un sistema para vender en autopiloto lo que ya has construido!
Cuando abras el carrito de venta, hazlo con fuerza. Y mantén esa fuerza durante, al menos, una o dos semanas.
8. Contratar a un copywriter sin saber qué vendes
No sabes muy bien qué estás vendiendo.
No sabes tampoco muy bien de qué trata tu oferta, solo tienes algunas ideas sueltas.
Y como eso de escribir tampoco te gusta mucho, contratas a un copywriter o a alguien que gestione las ventas por ti.
Error.
Contratar a alguien o hacer que alguien te ayude a vender, sin ni tan siquiera saber qué vendes ni cómo… Es tirar el dinero.
Los mensajes de venta tienes que encontrarlos tú. Por este motivo, NO te recomiendo trabajar con nadie este apartado hasta que tú lo hayas intentado por ti mismo.
Yo vendo en España y soy francés. Cometo algunas pifias con el español y, cuando trabajaba solo al principio, cometía muchas más.
¿Eso me ha impedido vender? No.
Tenía mis mensajes de venta, se transmitían bien aunque fuera con errores y luego los he ido puliendo con mi equipo.
Montar un equipo y pedir a otros que te ayuden a avanzar es sano, pero hacerlo sin haber movido un dedo o sin saber lo que quieres, es tirar el dinero, de verdad.
Define tus mensajes de venta, vende y cuando quieras mejorar, busca ayuda.
NO trabajes con nadie un apartado hasta que tú lo hayas intentado por ti mismo.
9. Spamear en redes sociales
Si eres de los que de forma sistemática se pasea por perfiles de otros, grupos y demás lanzando mensajes sobre tus productos o servicios e invitando a toda tu comunidad y la de tus amigos a que sigan contenidos, compartan o te compren, deja de hacerlo YA.
Eso de etiquetar a terceras personas sin que venga a cuento en tus contenidos no está bien.
Eres lo que se llama un spammer social.
Y, por mucho que pienses que alguien te hará caso y te comprará o realizará la acción que estés pidiendo, en realidad lo que conseguirás será todo lo contrario:
- Generar desconfianza
- Serás percibido como un pesado
- Dejarán de seguirte
- No venderás
Y cuando de verdad tengas algo específico y de interés para vender a esas personas, no te harán ni caso. Porque no confiarán en ti. No te tendrán en cuenta.
Habrás perdido todas las oportunidades por el camino.
Céntrate en aportar valor, en mostrar los beneficios que ofreces con tus productos o servicios y en demostrar cada día cómo les puedes ayudar.
Pero sin ser intrusivo y plasta.
Genera confianza en tu comunidad compartiendo contenido de su interés.
10. Tener miedo de enviar un email diario
Tu lista de correo es un tesoro, aunque no lo creas. Enviar correos electrónicos es una de las técnicas más antiguas de marketing y tengo que decirte que también de las más efectivas.
Un dato: el 80% de las personas leen su bandeja de correo electrónico a diario.
Todos los días abren su buzón. Te abren la puerta de su casa a diario.
Así que se convierte en una estupenda oportunidad para que todos los días te dirijas a esas personas y les aportes valor: demuéstrales que estás ahí para ayudar, para cubrir sus necesidades y deseos, para transformarlos.
Si tus mensajes están bien construidos y te preocupas de que estén personalizados para tu público objetivo, terminarán por esperar tu correo diario con interés.
Tu marca se anclará en sus mentes porque demostrarás a diario que sabes de lo que hablas y que les puedes ayudar.
Solo necesitas dos cosas: una lista de correo y tu oferta. Con estos dos ingredientes y un poco de copy puedes convertir a tus suscriptores en compradores a diario.
No debes tener miedo a ser percibido como un spammer si el contenido de tus correos está indicado para tu lista y tiene valor.
Aporta a diario valor a tu lista de suscriptores y se convertirán en compradores de forma natural.