Cómo saber cuándo rendirse, cuándo pivotar y cuándo persistir

Es posible que tengas que hacer las tres cosas antes de encontrar el éxito.

Construiste tu negocio a partir de un sueño,  luego tu sueño se estrelló contra la pared de la realidad. Los obstáculos, enemigos, facturas, y los clientes que no quieren lo que ofreces (no en la cantidad que esperabas).

¿Ahora qué?

Rendirte no es tú única opción, y tampoco es necesariamente la mejor. Quizás es el momento de pivotar tu negocio o persistir frente a la oposición.

¿Cómo puedes saber cuándo pivotar, persistir o simplemente tirar la toalla? Si te enfrentas a esta pregunta ahora mismo, te invitamos a que sigas leyendo.

Pivotar hacia un éxito mayor

Cada negocio que inicies va a pivotar en algún momento u otro. Ocurre cuando recibes comentarios de aquellos a quienes atiendes y cambias para satisfacer mejor sus necesidades.

Si apuestas la identidad de tu empresa a un producto, proceso  o ventaja competitiva, entonces tu empresa tiene una fecha de vencimiento integrada. Eventualmente, como todas las cosas, esa cosa que amas será obsoleta y olvidada.

Por otra parte, pivotea correctamente y tu negocio resistirá la prueba del tiempo.

Una de las mejores compañías de chicles en el mundo existe solo debido a un pivoteo bien sincronizado. William Wrigley Jr. vendía jabón y bicarbonato de sodio, y echaba un paquete de chicle gratis con cada compra. Pronto, Wrigley se dio cuenta de que sus clientes estaban más entusiasmados con su chicle que con el jabón o el bicarbonato de sodio. En lugar de lamentar este hecho, fundó le compañía de goma de mascar Wrigley's. Luego envió una muestra gratis a todos los hogares listados en una guía telefónica de los Estados Unidos.

Wrigley lo hizo porque sabía que a la gente le gustaba lo que tenía para ofrecer. También sabía que volverían por más. Y estaba en lo correcto.

Pero, ¿cuándo es el momento de dar un giro en tu empresa, uno que incluso pueda cambiar el propósito completo o tu idea original?

Pivotar es esencial por estas razones:

  1. Te das cuenta de que muchas otras compañías satisfacen las necesidades que estás tratando de satisfacer y te están pasado por alto. Si estás en esta situación, puedes abrir un nuevo nicho dentro de tu industria o buscar un nuevo lugar para abrir mercado.
  2. Ofreces una docena de servicios, y solo tres de ellos te hacen ganar dinero. Con el tiempo, los mercados cambian. Si lo que antes te generaba dinero se convierte en un pozo sino fondo, reduce la grasa y vuelva a construir tu imperio.
  3. No hay emoción dentro de tu empresa o entre tu base de clientes. Al mismo tiempo, tus clientes están solicitando un servicio o producto diferente al que ofreces. Escucha las sugerencias y empuja tu negocio en esa dirección con el acelerador a fondo.

Persiste y cosecha los dividendos

¿Qué hay de persistir? ¿No es eso necesario para un emprendedor? Por supuesto que lo es.

La persistencia vale la pena cuando tienes un plan y las cosas avanzan según lo previsto. Algunas personas no entienden que una idea de negocio no resulta en cantidades masivas de dinero de la noche a la mañana.

Debes buscar apoyo en otras actividades mientras tu negocio crece lo suficiente para convertirse en tu fuente principal de ingresos. No es poco común que muchos emprendedores tengan uno o dos trabajos mientras persiguen su sueño.

De esta manera puedes apernder el verdadero significado del trabajo duro y te servirá de "pruena de fuego"para ver si estabas realmente comprometido con lo que crees que es tu pasión. Si estás pasando por algo similar ahora mismo, te asegura,os que es una bendición, no una maldición.

Así que persevera y mantén tus ojos en el premio. Tu idea de oro funcionará cuando realmente le dediques tu tiempo y esfuerzo. Cuando esto suceda, tendrás clientes que se preocuparán por tus servicios o productos. ¿Y los que aún dudan? Verán que tenías razón y desearían haber tenido la idea y las gónadas para hacer lo mismo.

Recuerda que uno de tus principales objetivos como empresario es crear una cantidad obscena de riqueza. Y esa riqueza masiva solo llega cuando ofreces un valor igualmente masivo al mundo. Mantén presentes estas dos verdades y podrás vivir la vida que desees, pagar a tu gente lo que se merece y lograr un impacto real en quienes te rodean.

O trabajas para construir tu imperio o te conviertes en otro que podría haberlo hecho.

Tira del enchufe y salva lo que queda

Ahora, la opción más dolorosa: matar un proyecto o empresa por completo. A pesar del dolor, a veces es necesario deshacerse de tu compañía. Tira del enchufe cuando ...

  1. Has invertido tu tiempo, investigado , visto a dónde va cada dólar, has pivotado para posicionar mejor el negocio y aún no obtienes las ganancias que necesitas. Puede ocurrir con cualquier idea, así que no sigas tirando dinero en un barco que se hunde.
  2. No puedes mantener a los miembros del equipo a largo plazo. O es un dolor enorme para trabajar, tu producto o servicio no es tan bueno o no paga lo suficiente. Independientemente de la causa, si estás sangrando talento, puede ser el momento de desconectarlo.
  3. Hay una opción más emocionante en el horizonte. Si la situación de tu negocio actual apesta, deja de quejarte. Pisa los frenos y dale al trabajo profundo para descubrir lo que realmente quieres. Una vez que tengas a la vista ese objetivo claramente, has una ingeniería inversa de tu visión y pon en marcha ese nuevo plan como si no hubiera un mañana.

Hacer lo anterior puede ser el trabajo más difícil que hayas hecho en tu vida, pero ¿qué más tienes que hacer con tu tiempo? O trabajas para construir tu imperio o te conviertes en otro que podría haberlo hecho.