El color que define tendencias: lo que hay detrás del Color del Año Pantone

Pantone nació como una respuesta a un problema muy concreto: la dificultad de reproducir colores de manera consistente en impresión, telas, plásticos y diseño. Con su sistema Pantone Matching System (PMS), cada color recibe un nombre —y un número—, lo que permite que ese tono luzca igual sin importar dónde se produzca, o quién lo imprima.

Este sistema se volvió tan influyente que Pantone se convirtió en una autoridad mundial en materia de color: diseñadores, fabricantes y marcas lo adoptaron como estándar.

Y aunque el Pantone Matching System ya marcaba un antes y un después en el control del color, fue a partir de 2000 cuando Pantone dio un paso más: transformar el color en símbolo cultural. Ese año apareció la primera selección anual de lo que conocemos como “Color del Año”.

El color que define un año

La primera vez que Pantone anunció un Color del Año fue en 1999, con el tono Cerulean, un azul suave inspirado en un cielo despejado. Este color fue pensado para reflejar optimismo, amplitud, claridad y novedad: perfecto para dar la bienvenida al nuevo milenio.

Lo que comenzó como un gesto simbólico para marcar el cambio de siglo terminó ganándose un lugar importante en la cultura del diseño. La expectativa creció año con año y Pantone pasó de lanzar una simple elección de color a influir directamente en la conversación creativa mundial. Hoy, el anuncio del “Color del Año” es un momento clave para industrias como la moda, la publicidad, el diseño de interiores y el desarrollo de productos, que toman este referente como una guía para conectar con las tendencias y el estado emocional del mundo.

Color del Año: el análisis que define una tendencia mundial

La selección no es aleatoria. Cada año, un equipo del Pantone Color Institute analiza tendencias globales relacionadas con el color.

Estudian tendencias en moda, arte, diseño, arquitectura, estilo de vida, viajes, tecnología, situaciones socioculturales, cambios globales, ambientes sociales —todo aquello que pueda influir en cómo percibimos el mundo.

Así, el color elegido busca capturar el ánimo colectivo: lo que la sociedad está viviendo, lo que necesita, lo que espera o lo que le inspira. No es tanto una predicción de lo que va a “ser tendencia”, sino una reflexión de lo que ya se empieza a percibir.

En algunas ocasiones, la elección incluye dos colores en un mismo año: por ejemplo, en 2016 se eligieron Rose Quartz y Serenity, buscando equilibrar contrastes —una mezcla de calma, suavidad y dualidad emocional.

Por último, cada color recibe un nombre cuidadosa y creativamente pensado, con la intención de evocar sensaciones: no solo un código técnico, sino una emoción, una identidad, un pequeño acto simbólico que invite a imaginar.

La importancia del Color del Año en la industria creativa

Cuando Pantone proclama su Color del Año, ese tono no se queda en un anuncio: muchas industrias lo adoptan. Moda, diseño gráfico, cuidados del hogar, decoración, empaques, publicidad, branding —muchos sectores lo usan como guía para crear productos o ambientes que “resuenen” con lo que la gente quiere sentir.

Ese color también funciona como un reflejo simbólico del momento: nos da una pista —una señal visual— sobre el espíritu colectivo, las aspiraciones, los deseos de calma, cambio, equilibrio, esperanza o renovación. No es solo estética: es un pulso cultural.

Para creativos, marcas o personas que gustan de diseñar su entorno —ropa, espacios, productos—, el Color del Año se vuelve una especie de brújula: una inspiración para elegir paletas, transmitir sensaciones, generar coherencia visual.

2026 ya tiene color: Cloud Dancer (PANTONE 11-4201)

Para 2026, Pantone marca un hecho histórico: por primera vez elige un blanco como Color del Año. Cloud Dancer es un tono etéreo y equilibrado que busca traer calma en medio del caos global. Representa serenidad, claridad mental y nuevos comienzos.

Este blanco no es frío ni clínico: sus matices suave aportan calidez y lo hacen perfecto para diseños que buscan frescura, ligereza y sofisticación.

Conclusión

Lo interesante del ejercicio anual de Pantone es ver cómo un color puede reflejar el momento que estamos viviendo como sociedad. No es solo una decisión estética: también comunica valores, tendencias y lo que buscamos colectivamente en un determinado contexto.

Al final, el color juega un rol importante en cómo percibimos los objetos, los ambientes y hasta las ideas. No solo llena superficies: también transmite sensaciones y nos ayuda a conectar mejor con aquello que nos rodea.

Galería Pantone ''Color del Año'' 2011-2025