¿Es peligroso conectarse a una red wifi abierta?
Una red wifi abierta facilita poder conectarse a Internet en lugares como hoteles, restaurantes, terminales de transporte o centros comerciales. Muchos ciudadanos se sirven de este tipo de redes para practicar teletrabajo. Sin embargo, se exponen a que los ciberdelincuentes accedan a sus dispositivos.
¿Qué es una red wifi abierta y qué riesgos entraña?
En cuanto a qué son las redes wifi abiertas, la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) las define como:
- Las redes que no están protegidas por una contraseña y permiten conectarse a Internet de manera cómoda y rápida. Pero, al no cifrar la información que se transmite a través de ellas, no son seguras.
- Igualmente, son aquellas redes a las que, aun teniendo contraseña de acceso, se conectan muchas personas.
Por lo que respecta a los riesgos que entraña una red wifi abierta, la OSI hace hincapié en los siguientes:
- Robo de la información transmitida. En este tipo de redes, nuestra información está expuesta y puede ser leída por terceros que no tengan unos conocimientos técnicos muy elevados. En el caso de las redes que solicitan una clave para acceder, su seguridad depende de la contraseña y el sistema utilizado (WEP o WPA; esta última es considerada más segura).
- Robo de los datos almacenados en los dispositivos. Otro riesgo es que exponemos los datos almacenados en nuestros equipos informáticos.
- Infección de los equipos. Asimismo, los dispositivos quedan expuestos a posibles infecciones por parte de usuarios malintencionados.
- Interferencias en las comunicaciones. Por último, los ciberdelincuentes pueden interferir en nuestras comunicaciones con algunos servicios de Internet –p. ej., redes sociales o servicios de mensajería– y modificarlas o eliminarlas.
Conviene no tomárselo a broma. Mientras estamos conectados a una red wifi abierta, un ciberdelincuente podrá acceder a nuestro dispositivo, y la información almacenada en él, en unos pocos minutos.
Red wifi abierta: ¿cómo utilizarla con seguridad?
Si no es estrictamente necesario, los expertos en ciberseguridad desaconsejan conectarse a una red wifi abierta. Y en caso de hacerlo, la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) recomienda poner en práctica los siguientes consejos:
- No utilizar redes wifi que no nos soliciten una clave. O en su caso, asociar una dirección de correo electrónico o un número de celular.
- No acceder a redes wifi con seguridad WEP. Mejor a las que tengan un sistema de protección WPA o WPA2.
- Antes de hacer uso de la red wifi abierta, leer los textos legales sobre su uso y la política de privacidad.
- Tener instalado un cortafuegos y un antivirus en los dispositivos que se vayan a conectar a la red wifi.
- De igual manera, los equipos deben tener actualizado su software.
- Deshabilitar las sincronizaciones de los dispositivos (agenda, calendario, descarga de correo electrónico, etc.).
- Acceder solamente a páginas web que sean seguras.
- No iniciar sesión con usuario y contraseña en ningún servicio de Internet.
- No realizar operaciones bancarias, compras en línea o cualquier otra acción que implique el intercambio de datos privados.
- Finalmente, es fundamental eliminar los datos de la red memorizados en los equipos.
Y no menos relevante, en los lugares públicos hay que prevenir el shoulder surfing. Nos referimos a una técnica que permite a los ciberdelincuentes obtener información de los dispositivos de sus víctimas mirando por encima del hombro. Con este modus operandi, obtienen credenciales, contactos, códigos de desbloqueo o datos bancarios.