La importancia del juego al aire libre

El actual estilo de vida de la mayoría de las familias priva a los niños de tener una vida más rica y diversa de experiencias con el mundo exterior y en contacto con la naturaleza. Hoy en día los niños pasan la mayor parte del tiempo en espacios cerrados, de cuatro a ocho horas en la escuela, dentro de ésta con muy poco tiempo para el juego libre, y sobre todo al aire libre. Fuera de la escuela, en clases extracurriculares, viendo televisión, videojuegos, estudiando, todo, en lugares cerrados.

Actualmente es muy común ver escenas como esta:

En este post no quiero hablar sobre si está bien o no que se les dé acceso a este tipo de tecnología a los niños, pues pienso que eso es decisión de cada familia. Pero si es relevante que no se deje de lado la importancia que tiene el juego al aire libre, sobre todo en la infancia. Ya que este fomenta el desarrollo de su aprendizaje y sus habilidades sociales y emocionales.

En mi niñez nuestra familia tuvo muchas carencias económicas, pero algo que nunca nos faltó fue el juego al aire libre. Los momentos cuando jugaba con mis amigos y vecinos, o cuando salia a pasear en bici o en mi avalancha, son de los momentos que más recuerdo con alegría.

Estos son algunos beneficios del juego al aire libre:

Ejercicio físico

La actividad física en exteriores no solo mejora su aprendizaje, sino que también desarrolla la motricidad gruesa al realizar ejercicios como correr, trepar, escalar, columpiarse, etc.

Autoestima

Les ayuda a obtener confianza en sí mismos al desarrollar sus capacidades y vencer sus temores. Entre más oportunidades tengan los niños del ejercicio físico irán mejorando sus habilidades, lo cual los hace sentir más seguros de sí mismos y con motivación a seguir avanzando.

Salud

El ejercicio físico en sí, es fundamental para tener una buena salud, ya que previene problemas como la obesidad. Además, el pasar tiempo al aire libre, despeja la mente, reduce la ansiedad, la depresión, la hiperactividad y el estrés.

Sensorial

Al jugar en espacios abiertos, rodeados de naturaleza, mejoran sus capacidades sensoriales, pues pueden percibir el viento, los aromas, texturas y colores propios del ambiente exterior. De esta forma obtienen mayor comprensión de cómo funciona el mundo que los rodea.

Creatividad

El juego libre en exteriores es fundamental para el desarrollo de su creatividad e imaginación, pues con este tipo de estímulos y escenarios se propicia el juego creativo al imaginar y crear situaciones. Además de que al no tener total control del entorno siempre está el elemento sorpresa, lo cual agudiza su ingenio y capacidad de respuesta.

Autonomía

Alrededor de los dos años, los niños empiezan a ser más independientes a la hora de jugar y empiezan a hacer juegos más físicos como andar en bici o jugar con la pelota.

A partir de los cuatro años muestran gran interés por observar y conocer su entorno, aquí la parte creativa empieza a tomar mayor importancia para su aprendizaje.

Después de los seis años el juego ya puede ser más variado, se puede practicar algún deporte concreto y hacer excursiones.

Unión

Cuando se hacen actividades en familia, genera una fuerte conexión y unión entre los miembros, sobre todo si le agregas el escenario libre ya la naturaleza como directora de escena. Aquí es recomendable mantenerse alejado de la tecnología pues así todos se benefician de la situación y se vive el momento presente. Además de que los pequeños sentirán una total y completa atención hacia ellos, que es la base para generar una fuerte conexión y unión familiar.

Cooperación y empatía

Al jugar fuera de las cuatro paredes de la casa o la escuela, los niños tienen la oportunidad de convivir con niños de diferentes edades, incluso con adultos, lo que les ayuda a desarrollar habilidades como aprender a dirigir, negociar, ceder, cooperar, escuchar, respetar y ser empáticos.

La salida a un parque y los juegos infantiles en el exterior pudieran parecer actividades de mero entretenimiento, pero, como ya lo vimos, son actividades tan importantes como las académicas.

Al poder jugar al aire libre los niños están en constante movimiento, desarrollando toda su motricidad, la cual es la base para su desarrollo físico, emocional, social e intelectual.

Síntomas de falta de juego al aire libre

¿No te pasa que a veces sientes una gran necesidad de salir fuera de la ciudad e irte a un lugar tranquilo, relajarte y despejar tu mente? ¿O simplemente quieres salir a caminar para poder respirar y pensar mejor? Pues a los niños les pasa lo mismo, aunque por su corta edad no saben expresarlo en palabras, presentan síntomas que indican que necesitan de esos espacios de conexión con la naturaleza. Algunos de esos síntomas, que puedes observar tanto en niños como en adultos, son la falta de concentración, la irritabilidad, la ansiedad y el estrés.

Algunas consecuencias de poca actividad al aire libre son la obesidad, el asma, la hiperactividad e incluso la carencia de vitamina D, pues como sabemos, para que nuestro cuerpo absorba esta vitamina necesita del sol. Estos no son síntomas menores, ya que pueden afectar gravemente la salud de nuestros hijos, e incluso la nuestra.

Al limitar el juego al aire libre en los niños se está entorpeciendo su sano desarrollo. Por ello es importante proveerles de las herramientas y espacios necesarios para un correcto crecimiento. Afortunadamente hoy en día podemos encontrar muchos materiales y artículos que ayudan a fomentar y enriquecer los momentos de esparcimiento y aprendizaje al aire libre. Nuestro deber como padres es proveerles esos ambientes necesarios para formar niños, y futuros adultos,sanos en todos los aspectos.


“Los niños que juegan al aire libre son más felices, saludables y fuertes”
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