Julian Assange. En defensa de la información.

Fue a partir de los 16 años que Julian Assange comenzó a hackear páginas gubernamentales y de importantes empresas, todo con el fin de acceder a información secreta que pudiera ser de utilidad para el resto de la gente o simplemente por puro orgullo de haberlo logrado.

Assange tuvo una infancia errática e inestable, en la cual de una ciudad a otra fue aprendiendo a programar entre escuelas nuevas y compañeros que lo veían como un completo extraño, quizá por esto el australiano aprendió a trabajar en el anonimato, lejos de la gente y de los prejuicios sociales.

Su refugio fueron la red y las computadoras, por eso mismo se convirtió en un experto en programación y en un defensor a ultranza de la privacidad del ciudadano común y del desenmascaramiento de las grandes potencias que pretendían quitar la libertad y espiar a la comunidad para fines de poder y dominación.

“El internet, nuestra gran herramienta de emancipación, ha sido transformada en el facilitador más peligroso para el totalitarismo que hayamos visto”.

Fue en 2006, cuando Julian Assange fundó el famoso Wikileaks, como una agencia de noticias con fuentes anónimas. En esta plataforma, el usuario podía encontrar millones de documentos emanados de los departamentos de defensa de Estados unidos, así como cables diplomáticos que exponían los secretos más recónditos de las políticas gubernamentales.

Assange dio a conocer oscuros pasajes de la política exterior estadounidense sobre todo en el caso de los conflictos bélicos en contra de Afganistán e Irak y las vergonzosas violaciones de derechos humanos en la base de Guantánamo.

“La Guerra de Irak fue sumamente importante para muchas personas de mi generación, pero también fue el caso más claro desde que tengo uso de memoria, de manipulación de información y de la creación de una guerra a través de la ignorancia.”

A raíz de este momento, Julian Assange se convirtió en uno de los personajes más odiados y admirados en la opinión pública, algunos lo clasificaban como un héroe que desvelaba la falta de ética de los gobiernos mundiales, un destacado periodista y comunicador, otros como un instigador de enfrentamientos, un traicionero o de plano un terrorista informático.

Como era de esperarse, el surgimiento de Wikileaks causó escozor en las esferas del poder internacional, y a pesar de que Assange fue premiado y reconocido por múltiples asociaciones y medios impresos especializados, el gobierno de Estados Unidos lo acusó por espionaje, específicamente por el caso de Chelsea Manning un ex militar que filtró información clasificada a la entonces nueva plataforma informática.

Desde que fue acusado en el año 2010, Julian Assange comenzó a ser víctima de demandas de abuso sexual por un par de mujeres suecas, lo cual muchos ven como una manera de coerción y de presión para incriminarlo.

En 2012 el australiano pidió asilo político en Ecuador, por lo que ha permanecido desde ese entonces en la embajada de dicho país en la ciudad de Londres. Durante su petición, Assange dijo haber sido amenazado de muerte por diferentes políticos de Estados Unidos y otras partes del mundo, por lo que no ha enfrentado los juicios que pesan en su contra de abuso sexual y violación.

El destino del programador y hacker es incierto, por el momento la policía británica está esperando cualquier oportunidad para detenerlo y enfrentarlo a las autoridades suecas, por otra parte, su labor informativa ha sembrado miles de enemistades entre las esferas más altas del poder, por lo que su única oportunidad sería pedir asilo político en otro país o esperar a que las demandas que existan en su contra prescriban con el paso de los años.

“Entre más grande sea el poder, mayor será la necesidad de transparencia, porque si se abusa del poder, los resultados pueden ser desastrosos, por otra parte, todas esas personas que no tienen poder, no debemos reducirlo aún más haciéndolos cada vez más transparentes”

Para muchos, Julian Assange es un hombre oportunista que ha buscado el protagonismo, para otros es un personaje que ha tenido que sacrificar su libertad para mantener a flote Wikileaks, lo que es verdad es que se ha convertido en un icono de la era actual de la información anónima y de los medios de comunicación independientes.

Definitivamente con el surgimiento de Wikileaks quedó detrás aquella época de la información unilateral y oficial, donde lo que decían las principales cadenas de televisión era aceptado e irrefutable. Con la creación de Assange se entró a una era de dar prioridad a la verdad sobre todas las cosas, de una exaltación de la transparencia y de la rendición de cuentas, cueste lo que cueste.

“Puedes estar informado y elegir tus propios gobernantes, o puedes ser ignorante y tener a otro que no es ignorante, gobernarte a ti” J.A.