La Inteligencia Artificial en el ecommerce: todo lo que debes saber.
Si lo reflexionamos un poco, la inteligencia artificial en el ecommerce no es un fenómeno totalmente nuevo. Pero como consecuencia del lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022, esta tecnología ha adquirido una gran popularidad. Por sus respuestas detalladas y articuladas —aunque criticado por su precisión fáctica— el chatbot de OpenAI ha tenido un logro muy claro: poner a la inteligencia artificial, en boca de todos.
Te guste o no, la inteligencia artificial ha llegado para quedarse. Y a pesar que la mayoría de las personas solo tienen una comprensión vaga de lo que es la inteligencia artificial, como líderes de nuestros negocios y empresas, nos corresponde comprender rápidamente el impacto de esta tecnología y lo que es más importante, cómo podemos sacarle provecho.
Las finanzas, el marketing, la banca, la publicidad. Prácticamente todas las industrias están siendo impactadas por el uso de la inteligencia artificial. Y por supuesto, hay una industria en especial que está dándole mucha atención a la IA y ésta es la industria del comercio electrónico.
En este artículo, compartimos todos los datos clave que debes conocer para comenzar a comprender, cómo la inteligencia artificial en el ecommerce puede ser el nuevo salto tecnológico que ya ha comenzado.
Pero primero…
¿Qué es la inteligencia artificial?
La Inteligencia Artificial (IA) se refiere a la capacidad de una máquina para simular la inteligencia humana. Es decir, se trata de un campo de la informática que busca desarrollar algoritmos y sistemas que puedan realizar tareas que, hasta ahora, solo los seres humanos podían hacer.
En palabras sencillas, la IA se basa en la programación de algoritmos capaces de aprender y adaptarse a nuevas situaciones, y de esta manera, según lo aprendido realizar acciones para resolver problemas de forma autónoma. Para lograr esto, la IA utiliza diferentes técnicas, como el aprendizaje automático, el procesamiento del lenguaje natural, la visión por computadora, entre otras.
La IA en la actualidad tiene muchas aplicaciones prácticas. Como la automatización de tareas, el análisis de datos, la creación de chatbots y asistentes virtuales, la conducción autónoma de vehículos, la predicción de enfermedades, el reconocimiento facial, entre muchas otras.
Ten presente que la inteligencia artificial tiene como principal objetivo mejorar la eficiencia y precisión de los sistemas automatizados. Facilitando la realización de tareas complejas que hasta nuestros días, sólo podíamos hacer los humanos.
Tipos de inteligencia artificial
Hasta ahora, existen varios tipos de IA, que se pueden clasificar en función de sus capacidades y características. Estos son los más comunes:
- IA débil o estrecha (Weak or Narrow AI): Se trata de sistemas diseñados para realizar tareas específicas, como reconocimiento de voz, clasificación de imágenes, recomendaciones de productos, entre otras. Estos sistemas no tienen la capacidad de realizar tareas fuera de su área de especialización y no poseen una verdadera inteligencia.
- IA fuerte o general (Strong or General AI): A diferencia de la IA débil, la IA fuerte es capaz de realizar múltiples tareas y adaptarse a diferentes situaciones de manera autónoma. Este tipo de IA tiene como objetivo imitar la inteligencia humana en su totalidad y es un área de investigación en constante desarrollo.
- Aprendizaje automático (Machine Learning): Se trata de un subconjunto de la IA que se enfoca en el desarrollo de algoritmos que permiten a las máquinas aprender a partir de los datos. Estos algoritmos pueden ser supervisados (con una guía previa) o no supervisados (sin una guía previa), y se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones, desde la detección de fraude hasta la predicción del tiempo. Seguro que ya la habías escuchado en la industria.
- Redes neuronales (Neural Networks): Las redes neuronales son un tipo de algoritmo de aprendizaje automático inspirado en el funcionamiento del cerebro humano. Se basan en la simulación de redes de neuronas interconectadas, que permiten a la máquina «aprender» de los datos y mejorar su precisión con el tiempo.
- Procesamiento del lenguaje natural (Natural Language Processing, NLP): El procesamiento del lenguaje natural es una técnica de la IA que permite a las máquinas interpretar y comprender el lenguaje humano. Se utiliza en aplicaciones como chatbots, asistentes virtuales y análisis de sentimientos en redes sociales.
Es en esta última categoría donde se puede clasificar a ChatGPT. Aunque el popular chatbot también utiliza técnicas de Aprendizaje Automático (Machine Learning) y Redes Neuronales (Neural Networks) para mejorar su capacidad de procesar el lenguaje natural, lo que lo ha convertido en una herramienta potente para tareas de procesamiento de texto y lenguaje natural.
La inteligencia artificial en el ecommerce
Como mencionamos antes, el uso de la IA en el ecommerce no es realmente nuevo. De hecho ha sido utilizada por diversas empresas en todo el mundo, con especial énfasis en mejorar la experiencia del usuario, optimizar la eficiencia y reducir costes. Como ejemplos muy relevantes de uso podemos mencionar:
- Amazon: uno de los líderes en el uso de la IA en el comercio electrónico. La incorporó para proporcionar recomendaciones personalizadas, optimizar la logística y mejorar la eficiencia de sus almacenes.
- Alibaba: el reconocido gigante del comercio electrónico en Chino, utiliza la IA para ofrecer recomendaciones personalizadas, mejorar la eficiencia de sus almacenes y proporcionar soluciones de logística inteligente.
- Zara: esta empresa española utiliza la IA para mejorar la eficiencia en su cadena de suministro, optimizando la producción y la distribución de productos en función de la demanda del mercado.
- Walmart: esta corporación americana utiliza la IA para analizar grandes cantidades de datos de ventas y comportamiento del usuario, lo que le facilita tomar decisiones informadas sobre el marketing y la gestión de sus productos.
- Adidas: la marca alemana utiliza la inteligencia artificial para personalizar su oferta de productos, basándose en las preferencias y el historial de compras de sus clientes.