Si haces estas 4 preguntas al entrevistar prospectos te asegurarás de haber contratado a las personas adecuadas
Si alguna vez has contratado a alguien, probablemente haya buscado en Google "qué preguntar en una entrevista" o tal vez hayas confiado en las preguntas que recuerdas de tu pasado, las que te hicieron a ti.
El problema es que las preguntas demasiado comunes no siempre son las correctas.
Especialmente en una pequeña empresa o una startup, donde las tareas no están siempre bien definidas y constantemente se requiere que un trabajador cambie de roles, las preguntas no deben centrarse principalmente en lo que los candidatos han hecho antes. En cambio, los entrevistadores deberían centrarse en una cosa que no cambiará: quién es el candidato como persona.
En resumen, para encontrar a la persona correcta, debes descubrir qué tan desafiado y satisfecho estará alguien con los problemas y el trabajo que hará.
Es notoriamente difícil conocer a alguien en una entrevista, y es aún más difícil cuando el entrevistado responde con lo que cree que quieres escuchar. También es raro que los candidatos estén conscientes del valor que pueden aportar y tengan la confianza necesaria para ser honestos acerca de si el rol es realmente adecuado o no para ellos.
Entonces, ¿qué puedes hacer para tomar las mejores decisiones de contratación ? Aquí hay cuatro preguntas críticas que debes empezar a hacer en cada entrevista:
Pregunta 1: ¿Qué tipos de problemas son los que eres mejor resolviendo?
Por qué deberías preguntarlo: aprenderás lo que mantiene a esta persona desafiada intelectualmente. Y esto es importante: si deseas que tu equipo tenga hambre, energía y motivación para llevar su negocio al siguiente nivel , debes enfrentarlos de la manera correcta. La única manera de que te asegures de que lo sean es si pueden decírlo. Conocer la respuesta a esta pregunta facilitará ver si son adecuados para el trabajo que necesitarás que hagan.
Pregunta 2: ¿Cuál es el impacto en el mundo o en otros que te proporciona satisfacción?
Por qué deberías preguntarlo: todos quieren que su gente salte de la cama y corra al trabajo. ¿Qué crea este tipo de energía interminable? La respuesta es la motivación intrínseca, el tipo de motivación que proviene del interior y no se puede comprar con regalos, beneficios o dinero. Proviene de alguien que se siente conectado con el impacto que está teniendo en los demás y en el mundo.
Si alguien puede decirte qué le da significado, sabrás de inmediato si ese impacto es factible en este rol o no. Si son una superestrella, podrán decirte cómo pueden aplicar su Propósito a su función o a tu negocio. Y eso es exactamente lo que quieres. Si tienes personas intrínsecamente motivadas, tienes un equipo que es imparable .
Pregunta 3: ¿Consideras que este rol se ajusta bien a quien tú eres y a lo que necesitas?
Por qué deberías preguntarlo: esta pregunta crucial le permite a la persona decirle por qué o por qué no el rol es adecuado para ellos. Cuando alguien tenga claro que este es el trabajo para ellos, debería poder decir por qué con una respuesta entusiasta y detallada. Escucha y observa la honestidad y confianza con la que contestan, y además ve si pueden identificar cómo serán desafiados intelectualmente. Si pueden articular estos elementos, es probable que sean un candidato idóneo.
Pregunta 4: ¿Cuáles son tus valores y qué tipo de cultura empresarial buscas?
Por qué deberías preguntarlo: esta pregunta permite que un candidato retire el telón sobre cómo se comporta en el trabajo. Además, suponiendo que hayan hecho su tarea, han investigado acerca de tu negocio y tienen una idea de los valores y normas culturales por los que se rigen. Por lo mismo deberían poder discutir cómo sus valores personales encajan con la empresa. Por supuesto, debes buscar contratar personas de todo tipo de antecedentes y buscar a aquellos que piensan de manera diferente a ti, pero es importante que, en el fondo, todos compartan valores similares. Esto es lo que logra una gran cultura.
Si utilizas estas cuatro preguntas, puedes alejarse de una entrevista sabiendo si alguien es consciente su valor y de lo que puede aportar, si realmente será desafiado y se sentirá satisfecho, y si encajará con la cultura de tu empresa. Si esos puntos están cubiertos, lograste hacer una gran contratación.