Todos quieren innovar, pero nadie quiere cambiar

La innovación no sucede por casualidad. Sucede con el cambio. Cambiar significa trabajo duro, decisiones arriesgadas y posibles fallas. Pero sin cambios, tus aspiraciones de innovación son solo eso: aspiraciones.

Cuando ye enfrenta a un equipo, departamento u organización donde es necesario que ocurra un cambio, alcanzar ese nivel de innovación puede parecer insuperable. ¿Qué puedes hacer? Más de lo que piensas, en realidad. Según un estudio de Accenture sobre innovación en 2019, el enfoque que siguen las empresas de alto crecimiento para obtener valor con su innovación es: estar orientadas al cambio, orientadas a los resultados y orientadas a la disrupción.

Del mismo modo,  hay tres formas muy simples de propiciar al cambio y, en última instancia, transformarse: centrarse en el aprendizaje, dar el primer paso hacia la ejecución y pensar en lo que se necesita para motivar a la organización

1. Aprende, no simplemente lances

La experimentación ayuda a las organizaciones a aprender, y a hacerlo rápidamente. No todas las acciones que tomes serán las correctas. Pero puede mitigar el riesgo de falla al probar y aprender continuamente.

En lugar de pasar meses tratando de demostrar el valor de tu idea y elaborando un plan de negocios perfecto, los equipos deben avanzar más rápido validando rápidamente las ideas y aprendiendo directamente de los clientes si vale la pena seguir con el concepto. Las investigaciones de mercado tradicionales no tienen este enfoque. Tu equipo de investigación es parte de este proceso de aprendizaje, porque a fin de cuentas tu única defensa contra la mala toma de decisiones es contar con la mayor cantidad de información posible.

2. Comience con la ejecución, no con los planes

Tomar lo que has aprendido y poder ejecutar es realmente la clave.

Desafortunadamente, el comportamiento humano funciona en nuestra contra aquí. Nuestra inclinación es a crear un plan, obtener la aceptación de otros. El problema con los planes es que representan tu negocio actual y tus clientes actuales, no el estado futuro de ninguno de ellos.

Para realmente propiciar el cambio, debes conocer y abordar los comportamientos cambiantes de tus clientes, y un plan no será suficiente. Toma acción y luego repasa lo que aprendiste, no lo que "planeas" hacer.

Por ejemplo, si el resultado previsto es una experiencia mejorada para el cliente, incluye a tus clientes en el proceso de desarrollo de productos y servicios y ten en cuenta sus comentarios. El beneficio adicional de este enfoque es que ahora has generado datos y recopilado evidencia y resultados que puedes revisar con tu equipo.

3. Incentiva a la organización para que siga tu ejemplo

Los incentivos impulsan el cambio de comportamiento. Piensa en cómo puedes alentar a toda una organización de individuos con sus propias motivaciones individuales para arriesgarse y avanzar con la innovación.

Comience con los empleados de mayor jerarquía, que son quienes deben comprometerse con este cambio de mentalidad para que una empresa coseche las recompensas. Esto supone, por supuesto, que el liderazgo se dedica a innovar. Vale la pena señalar que el cambio debe comenzar desde arriba, e incluso puedes encuestar a los empleados para medir su percepción del apoyo del liderazgo a la innovación.

Para las personas en las trincheras del trabajo diario, la motivación para cambiar puede venir en forma de crecimiento profesional o reconocimiento.

Para lograr esto, crea un mecanismo o un sistema de gestión de ideas que muestre a los empleados que estás interesado en sus ideas. Ejecuta y experimenta con esas ideas y considera compartir y destacar esos éxitos de experimentación e innovación. Establece incubadoras o laboratorios de innovación que abran nuevas oportunidades de carrera y proyectos para equipos interdisciplinarios.

Al comenzar de a poco y combinar puntos de prueba con una atmósfera de éxito envidiable, la innovación puede mantenerse.

Este artículo se publicó en inglés en forbes.com